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Hace unos años, una de las principales características que poseía España era la gran cantidad de personas analfabetas que residía en el país, especialmente en las zonas rurales. Según la Real Academia Española, una persona analfabeta es aquella “que no sabe leer ni escribir”. Sin embargo, la sociedad ha evolucionado tanto que esta definición se queda corta. Actualmente estamos rodeados de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, por lo que deberíamos incorporarlas al término, surgiendo así la alfabetización digital. De esta manera, la alfabetización digital contempla lo anterior, unido a las habilidades necesarias para manejar las nuevas tecnologías. Piensa en las dificultades que tienen las personas mayores para utilizar un smartphone, un ordenador, o sacar dinero en un cajero automático.

 

¿Qué es la alfabetización digital?

La alfabetización digital se puede definir como la capacidad que se posee para realizar tareas en un entorno digital de manera autónoma. Como se puede observar, esta definición es muy amplia, ya que permite utilizar, analizar información o crear diseños a través de los medios digitales. No sólo implica el uso de redes sociales, como muchos pueden pensar. Va un paso más allá. Se presenta como una forma de comunicación que supera las barreras geográficas y hace uso de otros instrumentos para su consecución.

Como en los niveles educativos, también se puede clasificar la alfabetización digital en diferentes categorías, pudiendo distinguir entre:

  • Alfabetización digital básica: habilidades básicas para realizar publicaciones en redes sociales, enviar correos electrónicos y visitar páginas web de forma segura.
  • Alfabetización digital media: Uso de las herramientas tecnológicas para la mejora de la calidad de vida, incluyendo aspectos de programación básica.
  • Alfabetización digital avanzada: teniendo las destrezas necesarias para crear contenidos digitales propios..

 

El crecimiento de la brecha digital

Es complicado garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades para acceder a las nuevas tecnologías. No es sólo por el grado de alfabetización digital, también influye el nivel adquisitivo. Si únicamente se tiene acceso a ordenadores por préstamos de centros formativos o servicios de biblioteca, la capacidad de desarrollar estas habilidades será menor. Al no poder integrarse en la sociedad, estas personas van quedando excluidas poco a poco, tanto social, cultural, educativo, como económicamente. La brecha digital es un fenómeno producido a nivel global, cuyos efectos también pueden ser vistos a nivel local.

 

Ventajas de la alfabetización digital

Además, la alfabetización digital no consiste exclusivamente en el manejo de programas y aplicaciones, sino que se pueden utilizar de múltiples maneras. Las TIC pueden mejorar nuestra vida diaria, aportando ventajas que van más allá del ocio y el entretenimiento. Por ejemplo, el uso eficiente de una agenda nos permite organizar las citas médicas de toda la familia. ¡Y qué decir de las videoconferencias! Que nos permiten comunicarnos con nuestros familiares a pesar de los kilómetros que nos puedan separar.

Por otra parte, las personas que poseen competencias digitales tienen un punto a su favor en el mercado laboral. Las empresas cada vez valoran más que su personal sea autónomo en el uso de las nuevas tecnologías. Por este motivo, si deben incorporar a alguien a la empresa, seguro que se fijan en los que cumplan con este perfil. La verdad es que ha sido una de las principales demandas de las organizaciones en los últimos años.

 

¿Qué podemos hacer?

Ante este panorama, los colegios, universidades, y demás centros de formación, se han planteado nuevas maneras de enseñar donde los roles cambian totalmente. El estudiante pasa a ser el protagonista del aprendizaje, donde se apoya en las TICs para potenciar su creatividad, pensamiento crítico e innovación. La participación es fundamental para que exista una implicación real del alumnado, además de enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se trata de aprender CON la tecnología, en lugar de sobre ella. Aunque los denominados nativos digitales tienen mayor facilidad, existen programas de alfabetización digital para personas adultas, adaptadas a sus características y necesidades. En las organizaciones también se está poniendo a punto al personal mediante formaciones internas y un seguimiento de su progreso.

En definitiva, en este mundo cambiante se recomienda sentir curiosidad por las nuevas tecnologías, usarlas, investigarlas, para así no quedarnos obsoletos. Es una cuestión que atañe tanto a las organizaciones, empresas, instituciones públicas y, especialmente, a la ciudadanía.