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¿Alguna vez te has sentado a estudiar y te has sentido abrumado/a por el desorden o la falta de concentración? ¡No eres la única persona en esa situación! Tener un espacio de estudio bien diseñado puede marcar una gran diferencia en tu productividad y bienestar. Y lo más importante, esa zona de estudio debe ser a tu gusto, no existe una única fórmula apta para conseguir ese espacio de inspiración. Esto es como la alimentación: existen personas que son más de dulce, y otras son más de salado. Lo único que debes tener claro es el objetivo de la zona que vas a preparar: ¿quieres que te sirva para concentrarte y que nadie te moleste? ¿O prefieres un espacio para compartir y crear en base a ideas innovadoras? ¡Vamos a diseñar el boceto de nuestro nuevo rincón para alcanzar nuestros objetivos!

 

Buscando la ubicación perfecta para nuestra zona de estudio

El primer paso para crear tu espacio de estudio ideal es seleccionar el lugar adecuado. Busca un rincón tranquilo de tu hogar donde puedas minimizar las distracciones. Idealmente, debería ser un lugar con buena iluminación natural, ya que la luz del sol no solo es beneficiosa para tu vista, sino que también mejora tu estado de ánimo y niveles de energía. ¿Qué elementos deberías tener en cuenta?

Tranquilidad + Iluminación + Espacio

 

Evita áreas de mucho tráfico, por lo que si tienes ventanas que den al exterior, intenta que no den a una zona de mucho ruido. Es preferible habitaciones con grandes ventanas por donde pueda entrar la luz del sol, y asegúrate también de tener suficiente espacio para el mobiliario.

La iluminación adecuada es fundamental. Una habitación bien iluminada puede reducir la fatiga ocular y mejorar tu enfoque. Además de la luz natural, considera invertir en una buena lámpara de escritorio. Opta por una luz blanca cálida, que es más suave para los ojos y ayuda a mantener la concentración. ¿Qué consejos podemos darte? En primer lugar, trata de aprovechar la luz natural, ubicando el escritorio cerca de una ventana. Si haces uso de una lámpara de escritorio, busca una que tenga un brazo ajustable y que puedas mover a tu antojo, ya que mejorará tu comodidad. Y sobre todo… ¡evita los reflejos!

¿Qué muebles debes utilizar? Los justos y necesarios. El mobiliario que elijas para tu espacio de estudio debe ser tanto cómodo como funcional. Una silla ergonómica y un escritorio amplio son esenciales. La silla debe proporcionar un buen soporte lumbar y permitir que tus pies descansen planos en el suelo, y en caso de que no tenga soporte lumbar, siempre puedes adquirir un cojín que sirva como apoyo. No dudes en invertir en una silla en la que puedas ajustar la altura, tu cuerpo lo agradecerá. Además de tener espacio suficiente en el escritorio para el ordenador, documentos, o sea lo que sea con lo que trabajes, no olvides utilizar cajones, estantes u organizadores que ayuden a mantener la mesa despejada y en orden.

 

Personalizando tu espacio de estudio

¿Cómo podemos decorar y ubicar las cosas? Llega el momento de “hacer tuyo” ese espacio, en base a tus gustos y necesidades. Añade elementos decorativos que te motiven y personalicen, como fotografías, plantas o citas inspiradoras. La clave es encontrar un equilibrio entre decoración y funcionalidad. Y si prefieres un espacio más simplificado, ¡tampoco pasa nada! La tecnología puede ser una gran aliada en tu espacio de estudio.

Asegúrate de tener los dispositivos y accesorios necesarios para facilitar tu trabajo. Desde un ordenador confiable hasta auriculares con cancelación de ruido, los detalles tecnológicos pueden hacer una gran diferencia. ¿Te imaginas trabajar con un portátil que funcione a velocidad de tortuga? ¿Serías capaz de ser eficiente y mantener la calma en todo momento? ¿Te hace falta una impresora? El ruido puede ser una gran distracción, por lo que. si no puedes evitarlo, considera utilizar cascos con cancelación de ruido o reproducir música suave que te ayude a concentrarte. Hay muchas aplicaciones y listas de reproducción diseñadas para mejorar la concentración, o también puedes plantearte utilizar alfombras y cortinas gruesas para reducir el eco.

 

¿Qué más debo tener en cuenta para mi zona de estudio?

Pasar largas horas estudiando puede pasar factura a tu cuerpo. Es crucial que tu espacio de estudio sea ergonómico para prevenir molestias y lesiones. Ajusta tu silla y escritorio para que mantengas una postura adecuada. En cuanto a la pantalla del ordenador, colócala a la altura de los ojos para evitar tensiones en el cuello. ¡No olvides hacer descansos y estirarte cada cierto tiempo!

Mantener una rutina también puede favorecer tu concentración, ya que, al entrenar tu mente a unos hábitos y tiempos, se acostumbrará hasta hacerlo por inercia. Establece horas específicas para estudiar, planifícalo previamente y toma descansos cortos para evitar el agotamiento.

Finalmente, mantén tu motivación alta. La inspiración puede venir de muchas fuentes: libros, videos, personas que admiras o tus propias metas. Coloca recordatorios visuales de tus objetivos y logros en tu espacio de estudio para mantenerte enfocado/a y con una alta motivación. Por lo que puedes ver, crear tu espacio de estudio ideal no es sólo cuestión de muebles y ordenación, sino de buscar inspiración a tu alrededor y rodearte de elementos o personas que saquen lo mejor de ti, que te ayuden a conseguir tus objetivos. Cuanto estés en tu zona de estudio mira a tu alrededor, ¿qué ves? ¿Refleja quien eres o quien te gustaría ser? ¿Te ayuda a concentrarte y a inspirarte? ¡Tu espacio de estudio y de trabajo quiere que saques lo mejor de ti!