La violencia de género es uno de los temas más comentados en los últimos tiempos. Tanto en conversaciones con nuestras amistades, en las aulas de formación, en las noticias, en las redes sociales… aparece en todas partes. Pero, ¿qué es la violencia de género? Y lo más importante… ¿estamos preparados y preparadas para combatirla?
¿Qué es la violencia de género?
Según el Instituto de las Mujeres, la violencia de género es “aquella que se ejerce sobre las mujeres por parte de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones de afectividad (parejas o ex-parejas). El objetivo del agresor es producir daño y conseguir el control sobre la mujer, por lo que se produce de manera continuada en el tiempo y sistemática en la forma, como parte de una misma estrategia”. Por lo tanto, NO TODO es violencia de género. Aunque no exista ningún acto de violencia que pueda ser catalogado como adecuado, debemos ser cuidadosos/as a la hora de señalar un tipo de violencia, especialmente cuando no tenemos claras las diferencias entre términos.
La violencia de género afecta a las mujeres, por el papel que han representado en la sociedad, donde se han visto relegadas al ámbito doméstico y privado, y donde sus intervenciones en el ámbito público se resumían en actos de voluntariado, altruistas, o tachados de revolucionarios (en el mal sentido de su definición). Poco a poco se han ido recuperando derechos y deberes, para que la igualdad entre todas las personas se reconozca, así como su riqueza y diversidad. No somos iguales. Pero no por ello el trato debe ser diferente.
Programas de sensibilización en violencia de género
Cada vez son más las iniciativas para la concienciación de la igualdad y la denuncia de la violencia de género. En particular, se está haciendo especial hincapié en las entidades educativas, para que las personas también se formen en materias transversales y de interés social, como es el que nos atañe. De esta manera, se previene de situaciones de peligro y malestar para las víctimas, así como las consecuencias que puede tener en su entorno.
Estas campañas son más visibles cuando se acercan los días señalados sobre la igualdad y la no violencia, como puede ser el reciente 2 de octubre, como el Día Internacional de la No Violencia, el 25 de noviembre, como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 22 de febrero, como el Día de la Igualdad Salarial, o el 21 de junio como el Día Internacional de la Educación No Sexista. ¿Los conocías todos?
Consecuencias de la violencia de género
En un caso de violencia de género se pueden presentar diferentes tipos de violencia. Aunque lo más habitual es pensar en la violencia física, en forma de golpes, estrangulamiento, tirones de pelos, quemaduras, la mutilación genital… no es el único tipo de violencia que sufren las mujeres en la violencia de género. La violencia psicológica es más difícil de detectar, y sólo suele ser percibida cuando se lleva bastante tiempo sufriéndola. Hace referencia a acciones de carácter verbal, emocional y social, que atentan contra la integridad psicológica. Aquí entrarían acciones como el desprecio, la humillación, hacer que se sienta culpable, mostrar celos de sus amistades, amenazas, intimidación, chantajes…
Otra de las más reconocidas y que no siempre se da, es la violencia sexual, que es realizada contra la voluntad de la víctima y sin su consentimiento, aunque no conlleve el uso de la fuerza física, incluyéndose bromas y expresiones groseras, propuestas sexuales indeseables y reiteradas, el acoso, forzar a ver pornografía, e incluso la obligación a prostituirse.
Otras formas de violencia de género serían la violencia económica y la estructural. La económica se basa en la existencia de una desigualdad a la hora de acceder a los recursos económicos y patrimoniales compartidos, pudiendo generar dependencia económica, o impedir el acceso a un puesto de trabajo o a una formación. La violencia estructural es aquella que impide el acceso a los derechos básicos, como puede ser el acceso a un empleo o la desigualdad salarial desempeñando el mismo puesto de trabajo.
Sin lugar a dudas, son situaciones que a nadie le gustaría vivir, y que para conseguir un mundo justo e igualitario se debe promover acciones formativas y de sensibilización en materia de violencia de género y de igualdad, como medida de prevención e información.