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MARCAR OBJETIVOS: EL PRIMER PASO PARA CONSEGUIRLOS

¿Sabrías decir qué diferencia un deseo o un sueño de un objetivo? Se dice que los objetivos deben ser formulados de una manera especial, para así realizar un esfuerzo por conseguirlos. Los deseos, esperanzas y sueños, aunque también son alcanzables, tienen una leve connotación de falta de implicación, de que debe existir un componente externo que nos facilite su consecución. Llámese azar, llámese suerte, pero hay un elemento sobre el que no tenemos control, y que es importante para atrapar ese sueño. ¿Eres más de objetivos o de deseos?

 

¿Cuál es la diferencia entre un deseo y un objetivo?

Si tuviéramos que decir cuál es la principal diferencia entre un deseo y un objetivo, sin duda alguna recurriríamos al concepto de “control”. Cuando un elemento que queremos conseguir, sea el que sea, se torna impredecible y no tenemos ninguna oportunidad de controlarlo, estaremos hablando de un deseo o un sueño. Sin embargo, un objetivo es susceptible de poder ser controlado, de poner organizar aspectos para conseguirlo, de poderlo gestionar y medir su grado de consecución. En resumidas cuentas, un objetivo se podría programar, planificar u organizar, mientras que un deseo no.

En muchas ocasiones se nombra la “fe” como un aspecto diferenciador, pero en los objetivos también se puede tener cierto grado de esperanza o de fe, puesto que pueden existir elementos para los que no se tiene pleno control en los objetivos. No obstante, los deseos se relacionan con aspectos aún más impredecibles, y buscando incluso el buen hacer de terceras personas que nos facilitarán el llegar (o no) hasta él.

 

La metodología SMART

¿Y cómo superar el desafío de formular objetivos adecuadamente? Aunque existen diferentes formas de hacerlo, una de las más conocidas es la metodología SMART, utilizada frecuentemente para la formulación de objetivos en proyectos y programas de intervención, sean del ámbito que sean. Esto es debido a las características que poseen los objetivos elaborados a través de esta metodología.

Su nombre proviene del inglés, y es un acrónimo de las características que definen los objetivos redactados con esta metodología. De esta manera, se puede decir que un objetivo debe ser:

  • Specific = Específico
  • Measurable = Medible
  • Achievable = Alcanzable
  • Realistic = Realista
  • Time-bound = Temporal

 

Cuando hablamos de un objetivo específico, nos referimos a que deben hablar de metas concretas. Normalmente, los objetivos generales suelen ser más abiertos, y son los específicos los que marcan el camino para llegar a ellos. Que un objetivo sea medible es esencial para valorar el éxito o el fracaso, y además, algo que no solemos tener en cuenta, es que nos permitirá establecer puntos de seguimiento y así, establecer medidas correctivas en caso de que sea necesario. Cuando un objetivo tiene la capacidad de ser medible, tendrá la capacidad de ser alcanzable. Y para ello, debe encontrarse dentro de nuestro alcance. Y que sea alcanzable está íntimamente ligado a que sea realista, en consonancia con los recursos que se poseen, tanto materiales como inmateriales (como puede ser el tiempo y el sobreesfuerzo). Por último, un objetivo debe ser temporal, es decir, que tenga una fecha de finalización bien definida, que se sepa perfectamente cuándo se alcanzará.

Esta metodología es perfecta para tener una comunicación clara dentro del equipo, para establecer los parámetros de actuación lo más concretos posible, para evitar malentendidos y trabajar mejor. Además, cuando el personal vea el progreso y las diferentes metas que se van alcanzando, aumentará su motivación y el rendimiento. Por otra parte, es ideal para llevar a cabo una gestión del tiempo eficaz y centrarse en la mejora continua, utilizando diferentes indicadores que nos permita realizar un seguimiento paso a paso.

 

¿Te atreves a marcar tus objetivos?

Según todo esto, realmente es de valientes el marcar tus propios objetivos. Adquieren una especie de poder, una fuerza que te impulsa a luchar por ellos, a seguir adelante cuando las fuerzas pueden flaquear. De hecho, cuando nos marcamos un objetivo, con frecuencia se suele contar a otras personas, porque queremos que sean partícipes del progreso, de esa valoración de los pasos que vas a dar. Incluso, hay personas que prefieren escribirlos para verlos en su calendario, agenda o tablón de notas, y que eso pueda ayudar a alcanzar dicho objetivo.

¿Y tú? ¿Te ves capaz de marcar tus objetivos?