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Estrés laboral

Parece que cuanto más avanza el ser humano, cuanto más se esfuerza por mejorar, una mayor cantidad de problemas y enfermedades aparece. Es cierto que, gracias a las innovaciones en el campo de la medicina, podemos superar ciertas enfermedades, virus y bacterias sin dificultades, pero… ¿qué ocurre con la salud mental? No sólo se trata de cuidar el cuerpo, sino también la mente, por lo que cada vez se da más importancia a este aspecto. Uno de los problemas más frecuentes en el trabajo se relaciona con el estrés laboral. Esto, puede tener consecuencias en la productividad de las empresas, ya que uno de los síntomas más habituales es el aumento de errores a la hora de realizar las tareas. Se debe a una disminución de la concentración, por lo que baja el rendimiento de la persona que lo padece. Pero… ¿por qué es importante el estrés laboral?

 

Pero… ¿qué es el estrés laboral?

El estrés laboral no es consecuencia de un solo factor, ni ocurre de manera espontánea. Para entendernos, se podría definir como el desequilibrio entre las demandas laborales y los recursos que posee la persona trabajadora para enfrentarse a ellas. Puede que no se tengan los recursos o que se desconozca cómo utilizarlos eficientemente para responder a las necesidades de la empresa.

Nuestro cuerpo posee una serie de recursos, que al utilizarlos y sobreexplotarlos hace que la persona se agote, tanto física como mentalmente. Aunque parezca algo sin importancia, es una amenaza para el bienestar del personal, pudiendo incluso afectar a sus relaciones personales.

 

¿Cuál es el origen del estrés laboral?

Existen multitud de factores que pueden afectar a la aparición del estrés laboral, y dependerá de cada persona el cómo le afecte cada uno. Algunas de las situaciones que pueden causar estrés laboral se relacionan con las expectativas económicas, el acoso laboral, o tener demasiadas responsabilidades. Cuando la empresa no ofrece incentivos o cuando expone continuamente a su personal a riesgos, también puede provocar este tipo de situaciones. Es lógico que surjan picos de trabajo, pero estos no deben extenderse demasiado en el tiempo, tensando el ambiente laboral. Muchas personas sienten miedo ante la posibilidad de que les despidan, por lo que aguantan ritmos de trabajo frenéticos y jornadas interminables. Y, por supuesto, los conflictos en el entorno laboral también pueden causar estrés, por lo que es vital tratar de resolverlos rápidamente. 

Otra de las grandes problemáticas es la capacidad para la conciliación de la vida laboral y familiar, o su carencia, mejor dicho. Cuando las personas no encuentran la manera de tener tiempo para sí mismas y para sus compromisos, comienzan a entrar en un ciclo de estrés. Cuando esos compromisos se relacionan con el trabajo, causa estrés laboral. Poco a poco, las empresas han ido incorporando políticas que apoyan la conciliación laboral del personal, como horarios flexibles, o posibilidad de teletrabajar. Aunque existe una Ley que respalda la conciliación laboral, las empresas pueden proponer medidas adicionales a favor de la conciliación. Las organizaciones no están obligadas a llevar a cabo estas medidas, pero está demostrado que, a largo plazo, aumenta la productividad y existe menos rotación. Por lo tanto, todos salen ganando. 

El exigirse demasiado es otro de los factores que está haciendo mella en el bienestar de las personas trabajadoras, y es que hay que saber poner límites. En ocasiones, es mayor la presión que uno ejerce sobre sí mismo, que el que puede ejercer la propia empresa. Sin embargo, no podemos olvidar el factor tiempo, el cual no nos enseñan a gestionar. ¿Cuál es la diferencia entre una tarea prioritaria y una urgente? Definir esto puede prevenir de malentendidos y situaciones de tensión.

 

¿Qué es capaz de provocar el estrés laboral?

No sólo se manifiesta en despistes y tensión por parte de quien padece de estrés laboral, sino que las consecuencias pueden ir más allá. A nivel individual, desde tener dificultades para concentrarse y memorizar datos, hasta una desorganización del puesto de trabajo y de las tareas. A nivel social, puede complicar las relaciones laborales con el resto del equipo, o llegar a desvincularse del mismo. Y si se analizan las consecuencias a nivel empresarial, se puede observar un aumento del absentismo o del nivel de productividad.

No es extraño ver que el personal que sufre estrés laboral incrementa el consumo de ciertas sustancias como el café, el tabaco, el alcohol o algunos medicamentos. El aumento de la agresividad en el comportamiento también es otro de los indicadores más claros, así como la depresión y la ansiedad.

Por esta razón, es esencial detectar el estrés laboral lo antes posible, llevando a cabo actuaciones de rehabilitación para que la persona afectada se recupere. Todo esto, de la mano de profesionales que sepan qué plan de actuación se puede proponer, atendiendo a las características de dicha persona.

 

¿Qué puedo hacer si tengo estrés laboral?

En primer lugar, tienes que buscar la manera de recuperar el control de tu vida, controlando el estrés y la ansiedad que puedes sentir. Trata de ver el lado positivo en el día a día, y enfocarte en aquello que te hace feliz en el trabajo. Puedes apoyarte en el equipo de trabajo, si has tenido esa confianza con sus integrantes. Otra de las recomendaciones es realizar algún tipo de actividad física que te ayude a desconectar. El tiempo del trabajo, para el trabajo; el tiempo para ti, es para ti.

Viendo la incidencia del estrés laboral en los entornos de trabajo, son muchas las empresas que proponen realizar formación al respecto, que es otra manera de aprender técnicas de autocuidado y ser consciente de lo que puede estar sucediendo.